¡Hola viajeros! Os invito a descubrir uno de los más bellos lugares de Brasilia: el «Santuário Dom Bosco». Considerada una de las siete maravillas de Brasilia, es una iglesia impactante, tanto por su estilo modernista (al igual que el resto de la ciudad) como por su diseño. Y para los creyentes católicos es también lugar de peregrinación, ya que en ella se encuentran restos óseos del propio santo Don Bosco. En una visita a Brasilia es parada obligada; la sensación al entrar es sobrecogedora (foto inferior de Eric Gaba).

Historia

La construción del santuario data de 1.963, siendo éste inaugurado en 1.970 y con capacidad para 1.200 personas. Si habéis leído «El curioso origen de la ciudad de Brasilia«, ya sabéis porqué Don Bosco es patrón de la ciudad. También, si habéis leído otro post anterior («Brasilia Patrimonio de la Humanidad«), ya sabéis que Brasilia fue inaugurada en 1.960. ¿Por qué digo esto? Porque, aún siendo la iglesia de estilo modernista- como el resto de la ciudad-, no se encuadra exactamente en el plano piloto de Lúcio Costa y Óscar Niemeyer, que se gesta en 1.956-1.957.

Impulsores

El Santuario Don Bosco fue una iniciativa de la Congregación Salesiana, en honor a su fundador San Juan Bosco, que la constituye en 1.859, y que fue proclamado santo en 1.934. Desde su fundación, los principales destinatarios de la obra de los salesianos son los jóvenes, especialmente los que se encuentran en situaciones de pobreza.

Fueron precisamente los salesianos los que decidieron sobre la construcción de la iglesia. Ellos designaron al arquitecto Claudio Alberto Naves y constituyeron la propia compañía constructora para llevar a cabo la obra. Aunque fueron coherentes con el estilo modernista de la ciudad y especialemente de la catedral, el santuario se crea independientemente del proyecto de Brasilia de Juscelino Kubitschek. De hecho, la iglesia está en la quadra 702, no en el Eje Monumental (donde está la catedral).

Foto superior de Emanuel Artiaga.

Ermita, santuario y catedral

Es cierto que el primer edificio que se construye en Brasília proyectado por Óscar Niemeyer es la Ermita de Don Bosco a orillas del lago Paranoá (1.957), pero el carácter casi simbólico de esta ermita no se puede comparar con la majestuosidad del Santuario Don Bosco. El Santuario sí está al nivel del patrón de la ciudad. Hay que recordar que cuando Óscar Niemeyer proyecta la ciudad la patrona era en ese momento sólo una: Nuestra Señora de la Aparecida (saber más en «El curioso origen de la ciudad de Brasilia«).

El Santuario

Si la catedral de Brasilia es redonda, el Santuario de Don Bosco es cuadrado. No obstante, el uso de vidrieras y del color azul coloca a estos dos edificios en sintonía. El santuario se construye a partir de 80 columnas de 16 metros de altura, que cercan un área de 40×40 metros. Entre las columnas se forman arcos que recuerdan a las catedrales góticas, y bajo ellos y hasta el suelo se integran vidrieras en 12 tonalidades de azul. Sólo en las esquinas se incluyen piezas de color rosa como contrapunto al conjunto. En total, 12 toneladas de vidrio soplado o hecho a partir de pasta fundida, para darle ese aspecto natural e irregular en las transiciones de color que hace que parezca que las paredes están «vivas».

A destacar

Las vidrieras son, desde luego, las grandes protagonistas de la iglesia. Fueron creadas por un artista belga afincado en São Paulo- Humbert Van Doorne-, y que también hizo en la misma época las vidrieras de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima en Goiânia (cerca de Brasilia). La visión al entrar de los 2.200 metros cuadrados de vidrieras en diferentes tonalidades de azul es indescriptible.

Foto superior de Josue Marinho.

Hay también otra pieza que llama mucho la atención: la enorme lámpara. Fue diseñada por el arquitecto brasileño Alvimar Moreira da Silva, pesa dos toneladas y media y la componen 435 bombillas, con 9.000 vasos que fueron traídos directamente de la isla de Murano, en Italia. Es la única fuente de luz al anochecer en la iglesia. Y hay que decir que no hace falta nada más. Durante el día la luz entra a través de las vidrieras creando un precioso efecto, así que la lámpara central es la única fuente de luz en el interior.

El altar es de una pieza única de mármol rosa traída del estado de Bahía, y que pesa 10 toneladas. La imagen de Cristo fue esculpida, igualmente, de un único tronco de cedro por el artista brasileño Gotfredo Traller. Otro artista brasileño, Gianfrancesco Cerri, se destaca por sus obras en bronce en las puertas de la iglesia. En la fachada principal aparecen la ermita y santuario dedicados al santo, así como la primera misa de Brasília y la primera capilla en el colegio de Núcleo Bandeirante, además de otras imágenes de Brasilia y del descubrimiento de Brasil. En las puertas laterales hay pasajes de la vida del santo y visiones misionarias.

Motivo de peregrinación

El santuario alberga restos del hueso radio del brazo derecho del santo San Juan Bosco en la cripta del templo religioso. Esta fue una donación otorgada por el máximo responsable de la Congregación Salesiana al Santuario Don Bosco en 2.016, tras las celebraciones por el segundo centenario desde el nacimiento del santo y patrón. El 16 de agosto de 2.017 se recibe la urna-reliquia del santo (foto a la izquierda de la placa conmemorativa), y el día 31 del mismo mes se inaugura oficialmente la cripta, en cuyo centro está una réplica de la urna original de Turín (donde se alberga la otra parte de los restos mortales del santo). Desde esta fecha tan significativa el santuario se ha engrandecido aún más a ojos de la comunidad católica.

Visita

La iglesia está abierta todos los días. El horario de misas es de lunes a sábado a las 7:00 y a las 18:00 horas. Los domingos hay misa a las 8:00, 11:00, 18:00 y 19:30 horas. De cualquier forma, se puede comprobar si hay actualizaciones en este enlace.

Espero que os haya gustado este post y, sobre todo, el Santuario Dom Bosco. Si podéis, visitadlo durante el día, es cuando luce más impresionante por los matices de luz. Nos vemos en el próximo destino, viajeros.