Lugares no tan conocidos de Roma: más allá del Coliseo y el Vaticano.

Por todos es sabido que cuando decimos ROMA, queremos decir COLISEO, VATICANO, FONTANA DI TREVI, PASTA y HELADO. Pero, más allá de los típicos (y tópicos) de la capital del país de la margherita, nos encontramos verdaderas delicias para los amantes del arte, la arquitectura y la historia.
Ahora, mencionaremos los diez lugares más desconocidos de Roma.

¡Espero que en vuestra próxima visita a la capital del Imperio Romano les deis una oportunidad!

QUARTIERE COPPEDÉ

Hablamos de un barrio fuera del caos de la ciudad. Construido en las primeras décadas del siglo XX, en medio de la I Guerra Mundial, por Gino Coppedè. Completamente distante de la arquitectura y del arte fascista que empañaba la ciudad de Roma durante aquellos años. Se trata de un mezcla de estilos: barroco, art decó, medieval y oriental. Podemos pasear por sus calles empapándonos de distintos estilos artísticos y arquitectónicos, alejándonos un poco de la Roma caótica y de los turistas que recorren sus céntricas calles. Situado en el quartiere Trieste, podemos llegar tanto en autobús, tranvía o metro, dependiendo desde que parte de la ciudad queramos llegar.

SAN GIOVANNI

Nos encontramos ahora ante una de las cuatro grandes basílicas de Roma, conocida en español como Archibasílica de San Juan de Letrán. En este lugar se encuentra la sede episcopal del obispo de Roma (el Papa). De fácil acceso, podemos llegar en metro A hasta la parada de San Giovanni y, después de atravesar la muralla Aureliana. Si venís en el puente de mayo, podréis disfrutar de un concierto completamente gratuito que se organiza en la plaza de la basílica.

ESCALERA SANTA

La Escalera Santa es perteneciente al Patrimonio de la Humanidad en Europa por la Unesco desde 1980. Se trata de la escalera por la que Jesucristo subió el Viernes Santo para ser juzgado. Actualmente, está recubierta por madera para protegerla del desgaste. La razón es que miles y miles de devotos se acercan hasta aquí para subirla de rodillas, como acto penitencial. Se pueden ver restos de la sangre de Jesucristo protegidos por cristal.

EL SECRETO DE ROMA

En una de las siete colinas de Roma, el Aventino, nos encontramos con la Plaza de los Caballeros de Malta. En ella, está la Villa del Priorato de Malta, que es territorio maltés. Es justo en el portón de esta villa donde se encuentra el secreto, lo entenderás al llegar a tu destino después de una caminata. Merece absolutamente la pena, ya que seguramente no serás el único curioso que quiera mirar a través de la mirilla de la puerta. A través de ella, podremos ver la cúpula de San Pietro, perteneciente al Vaticano. Estaremos pisando terreno italiano y miraremos a través de territorio de Malta. No te preocupes si cuando llegues hay algo de cola, suele ir rápida y no olvides llevar tu cámara, con los smartphones no se puede llegar a hacer una gran foto. Aunque lo mejor de este secreto, es guardártelo en la retina.

EL JARDÍN DE LOS NARANJOS

Si quieres disfrutar de uno de los atardeceres romanos más bonitos, sin duda tienes que realizar una visita a este jardín. En él, nos encontramos con un mirador en el que podemos ver Roma casi en toda su totalidad. Desde allí, podemos contemplar el Altar de la Patria, el Coliseo, las ruinas romanas, el Palatino, etc. Como consejo, dado que el Secreto de Roma está sólo a unos metros del Jardín de los Naranjos, lo mejor es ir primero a uno y después al otro, de esta forma aprovecháis la subida del Aventino.

PIRÁMIDE CESTIA

Los romanos suelen decir que “en Roma lo tienen todo, hasta Egipto”. La verdad es que es completamente cierto. Junto a una de las puertas de la mura Aureliana, Porta San Paolo (¡OJO! No confundir con la basílica di San Paolo), nos encontramos con la Pirámide Cestia. Se trata de una gran pirámide construida alrededor de los años 18 a.C-12 a.C. Inspirada en los Ptolomeos de Egipto. En ella se encuentra la tumba del político y miembro del Colegio Sacerdotal de los Epulones, Cayo Cestio. Además de la pirámide, esta zona cuenta con numerosos restaurantes y bares. Y una de las estaciones ferroviarias que llevan al aeropuerto de Fiumicino. Se puede llegar fácilmente en tranvía o metro B.

TORRE ARGENTINA

Se trata de una céntrica plaza que se encuentra en el centro de Roma. En ella, podemos apreciar restos del Teatro de Pompeyo y distintos templos de la Roma republicana. Estas ruinas, convertidas en plaza, nos encontramos con un refugio de voluntarios para gatos, debido al gran número de felinos que se encuentran en los alrededores. Además, en la curia del ya mencionado Teatro de Pompeyo, fue asesinado Julio Cesar.

SINAGOGA DE ROMA

La Gran Sinagoga de Roma fue construida a principios del siglo XX y finalizada en el 1904. Roma ha contado siempre con una comunidad judía, desde la época del Imperio Romano. Fue construida después de la extinción de los Estados Pontificios. Se encuentra en la ribera del Tevere (Tíber), y en el subterráneo nos encontramos con el museo judío y el Tempo español.

TEATRO MARCELLO

Llamado el “pequeño Coliseo”, es un teatro de la Antigua Roma, conservado parcialmente. Se encuentra en mitad del camino entre Piazza Venezia y la Bocca della verità. Cerca también del Pórtico de Octavia. De hecho, se puede acceder al Teatro desde el Pórtico. Lo que más llama la atención del Teatro es la similitud con el Coliseo. De hecho, muchos de los turistas que vienen por primera vez a Roma y aún no han visto el Coliseo, los confunden. Debido a que están medianamente cerca y su arquitectura es similar, aunque el Coliseo es de mayor tamaño y más redondo.

IGLESIA DEL SACRO COURE DEL SUFFRAGIO

A las orillas del Tíber, entre el Ponte Cavour y el Ponte Umberto I, se encuentra esta característica iglesia de estilo neogótico. Además, es una de las pocas que podemos encontrar en Roma. Pero, este no es el único motivo por lo cual es famosa. Se dice que el padre Victor Jouet vio en la pared detrás del altar unas llamas con la forma un rostro entristecido y melancólico, llegando a la teoría de que era un difunto condenado del Purgatorio. El padre, decidió fundar un museo, situado en una habitación en la sacristía de la propia iglesia. En él podemos encontrar documentos y fotografías que dan fe del suceso.