¿Crees que en Hauts de France solo merece la pena visitar Lille? Pues estas equivocado. Amigo viajero si pasas por la región del norte francés hay muchos rincones en donde merece la pena hacer una parada. Uno de ellos te lo descubro en esta crónica. Pero no voy a ponértelo tan fácil, tendréis que esforzaros un poco para saber de qué lugar os estoy hablando. ¡No hagáis trampas!
Índice
Adivina adivinanza
La ciudad que os quiero presentar se encuentra a caballo entre Lille y la Côte d´Opale, frente al canal de la mancha. Se trata de una de las ciudades más visitadas de la región tanto por su riqueza cultural como por la biodiversidad que la rodea. Fue una de las ciudades con mayor prosperidad económica y artística del Flandes septentrional desde la construcción de la abadía de Saint Bertin; uno de las más grandes e influyentes centros culturales del norte de Europa. ¿Sabes de que ciudad te estoy hablando? ¿aún no?
¡Otra pista! Durante el siglo XIX y XX, como consecuencia de la revolución industrial, la ciudad vuelve a conocer una época de esplendor económico. Gracias al empresario Georges Durand, el cual gestiona la fábrica con mayor producción de vidrio y cristal a nivel mundial, en la localidad vecina de Arques. ¿Os sigue sin sonar?
Os doy una pista más: alrededor de esta ciudad hay 160 km de canales navegables. Les marais, nombre con el que se ha bautizado a estos canales, fueron construidos por monjes benedictinos a partir del siglo X. ¿Aún no?
Venga la última: Saint Omer está situada en pleno corazón del parque natural Des Caps et marais d´Opale.
Vaya se me escapó, ya sabéis el nombre del lugar que os voy a descubrir. ¿queréis saber más?
Un viaje de un día
Después de haber conocido Lille, si quieres seguir indagando en la región de Hauts de France, tienes que ir a Saint Omer. Existen dos maneras de llegar: puedes coger un tren en la estación principal de Lille, Gare Lille Flandres, o más cómodo aun, puedes alquilar un coche (al final de este artículo encontrarás las facilidades para hacerlo). Llegaréis a las puertas de Saint Omer en tan solo 45 minutos.
Edificios religiosos
Las ruinas de la abadía de Saint Bertin, son solo tres de un total de catorce edificios de carácter religioso que podréis descubrir en Saint Omer.
Once de los catorce edificios son iglesias. La más importante es la antigua catedral de Nuestra Señora de los Milagros. Desde el siglo XIX porta el título de basílica y de monumento histórico de Francia. Las obras comenzaron en el siglo VII con la construcción de una modesta capilla, evolucionando su arquitectura durante los siete siglos siguientes hasta convertirse en la catedral gótica que es hoy en día. La decoración del interior se inspiró en la Abadía de Saint-Bertín, además cuenta con un cuadro del pintor flamenco Rubens y unos órganos de brutal tamaño.
A este emblemático edificio le rodean diez más de carácter menor. Siete capillas, una de las cuales es de estilo renacentista, construida por el monje Jean Du Blocq. Precediendo a su fachada barroca de 5 niveles, encontrareis una antigua escuela jesuita. Hoy, sala multieventos en donde la programación bascula entre conciertos, obras de teatro y exposiciones. Dos iglesias: una más de estilo gótico y una neo gótica, y por último, un sepulcro que rinde honor a tres señores de la región que partieron a las cruzadas. ¡Y ya podéis ir a saborear una comida bien merecida!
Donde Comer
Audomarois, es el nombre del conjunto de 160km de canales, en estas aguas podéis pescar dos decenas diferentes de peces. Además, no olvidéis que estáis tan solo a 50 km de la costa. Por lo tanto, una de las mejores elecciones será el pescado, al que se le puede acompañar con unas verduras locales. Los canales están rodeados con 500 hectáreas de campos cultivados. En menos de lo que canta un gallo, la fruta y verdura recolectada estará frente a tus ojos.
El sitio que yo os recomiendo, junto a los 259 comentadores que en TripAdvisor han clicado 5 estrellas, es el restaurante Chez Tante Fauvette (En casa de la tía Fauvette). Se trata de una estaminet, nombre con el que se bautiza a los restaurantes con cocina típica local, de apenas 16 mesas. Así que no os olvidéis reservar con un par de días de antelación.
Se encuentra a dos pasos de la Catedral de Nuestra Señora de los Milagros. Si vais a mediodía podéis degustar el menú con entrante, plato principal y postre. Por tan solo 25 euros conoceréis el sabor del agua y la tierra que os rodean.
Alrededores de Saint Omer
Por otro lado, para comer bien también os podéis acercar a la pequeña localidad de Ô Marais by Isnor, donde el sitio indicado será La Baguernette. Aquí podréis disfrutar del sabor de la carne hecha a la barbacoa, su especialidad: el cerdo grille.
Este local, a orillas de los canales de clairmarrais, alquila lanchas y hace visitas guiadas en pequeños barquitos a motor.
Durante el paseo acuático, podéis refrescaros la garganta con una cerveza local, fabricada en la brasserie a escasos kilómetros de L abbaye de Clairmarais.
La receta de esta cerveza es heredada de los monjes que vivían en la antigua abadía donde ahora se ha instalado la fábrica. Es posible visitarla los fines de semana.
Al mismo tiempo, junto al pueblecito de Ô´Marais está el bosque Rihout Clairmarrais, el más grande de la región, con 1200 hectáreas. Un lugar natural muy bien conservado, idílico para introducirse a pie o en bici y disfrutar de una comida al aire libre.
¡Atención: pequeña propina histórica! Desde este bosque se lanzaron los misiles nazis que bombardearon Londres durante la segunda guerra mundial, aun en su interior podréis encontrar los emplazamientos de cemento desde donde se lanzaron.
Por último, si tenéis pensado hacer noche aquí, entre esta localidad y Saint Omer, encontrareis un hotel en el antiguo Moulin Rouge de Clairmarais. Si, habéis oído bien, no solo existe el «Molino Rojo» de París. Entre los canales de Clairmarrais, durante el siglo pasado, también se bailaba cancan y se bebía absenta. Hoy, su propietario lo ha transformado en un pequeño hotel con dos habitaciones dobles; podréis reservar desde booking (link al final del artículo).
No solo se vive de patrimonio cultural
Los cientos de canales de agua navegables alrededor de la ciudad, obtendrán el título de reserva de la biosfera del programa Man and Biosphere de la UNESCO. El inventario registra 200 especies de pájaros, 26 especies de peces y 300 variedades de plantas de las cuales 46 son acuáticas.
Este fenómeno coloca a Saint Omer en un lugar privilegiado para los amantes de la naturaleza. Podréis disfrutar de unas rutas paradisíacas; ya sea a pie o en bicicleta, pero también en canoa y en lancha.
El primer canal construido por los monjes se bautizó con el nombre de Basse Meldyck. Gracias a la riqueza ecológica derivada de estas obras de ingeniería: la ciudad se convierte en uno de los mayores espacios para la agricultura en los condados de Flandes.
Es por ello que la construcción de canales sigue siendo financiadas por sus condes, como el canal de Neufossé del cual es mecenas Baudoin VII en el año 1165. Se trata del primer canal navegable, ya sea a remo como a motor. En sus orillas se posa el Canoe Kayak Club, donde podréis alquilar una canoa o un kayak a un precio muy asequible. Si sois más de tierra firme, en ambas orillas tenéis caminos en buen estado para disfrutar de un paseo en bici o a pie.
Bueno y eso es todo amigos. ¿A que esperáis para reservar vuestro billete de avión y disfrutar de este paraíso terrenal?
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