En Milán cada día puedes descubrir algo nuevo. Al fin y al cabo, Italia es el país con más patrimonio de la humanidad (53 sitios registrados). Y ¿a quién le debemos todo este esplendor? La respuesta es simple: a los genios autóctonos que enriqueceron este país con su ingenio. Es por esto que no puedo no hablaros de la Milán de Leonardo. Además, este año se celebra el quinto centenario de la muerte del artista y Milán ofrecerá durante todo el año muchas actividades al respecto. Aquí os dejo el link en el que podréis echar un vistazo a los numerosos eventos.
Índice
Un poco de historia sobre el maestro.
Leonardo da Vinci fue un polímata florentino, uno de los más grandes genios de la historia. Nació en 1452, se dice que en el castillo de Vinci, a 25Km de Florencia. Era hijo bastardo de un notario, canciller y embajador de Florencia. Transcurrió su infancia en la casa de su padre, donde recibió una instrucción básica. En 1469 entró como aprendiz en el taller de Andrea del Verrocchio, donde aprendió química, metalurgia, técnicas de trabajo con cuero y yeso, mecánica, carpintería, dibujo, pintura y escultura sobre mármol y bronce. En 1472, con 20 años, apareció registrado en el Libro rojo del Gremio de San Lucas, el gremio de los artistas y doctores en medicina. A partir de aquí se conocen obras suyas. Con 26 años se convirtió en un maestro pintor y se alejó de su maestro.
La Milán de Leonardo, el «Apeles florentino» de Ludovico Sforza.
Leonardo tuvo una gran decepción al no ser seleccionado para la realización de la capilla sixtina. En esa época había mucha competencia entre varios pintores. Ese mismo año se encontraba realizando en Florencia la «Adoración de los magos», obra que nunca terminó. Lorenzo de Médici, impresionado por la calidad del trabajo del maestro, lo mandó a Milán como emisario para que trabajara para Ludovico Sforza. Leonardo estuvo en la ciudad lombarda en dos ocasiones: entre 1482 y 1500 y entre 1504 y 1513. Y aquí comienza nuestra ruta por la Milán de Leonardo. Construcciones, esculturas, pinturas… Iremos descubriendo una por una las maravillas de esta ciudad realizadas por el maestro.
Il Cenacolo Vinciano
Y después de daros la paliza con todos estos datos, empezamos nuestra ruta. No puedo empezar de otra manera que con una de las obras artísticas más conocidas a nivel mundial: la Última Cena. Junto con la Gioconda es una de las obras de referencia del genio florentino. Está situada al lado de la iglesia de Santa Maria delle Grazie. Fue encargada por Ludovico il Moro, que pretendía ser enterrado en el interior del convento. Leonardo realizó este fresco entre 1496 y 1498. Representa cada uno de los sentimientos de los apóstoles así como sus personalidades. Está situada en la pared del fondo del refectorio, creando la ilusión de una habitación espaciosa. Es impresionante de ver, podrías pasarte horas observando cada detalle y no conseguirías verlos todos. El genio de Leonardo utilizó la técnica de la pintura sobre lienzo para realizar el fresco. Es por esto que necesita de unos cuidados intensos y especiales. Os aconsejo visitar el fresco acompañados por un guía porque, solo así, podréis disfrutarlo de la mejor manera.
El Codice Atlantico
En la célebre Biblioteca Ambrosiana de Milán se encuentra el Códex Atlántico. Éste es el mayor conjunto de dibujos y documentos del genio florentino. Fueron realizados entre 1487 y 1519 y tratan varios argumentos como, por ejemplo, astronomía, botánica, anatomía y mecánica. Quizás, los más importantes del conjunto sean los estudios sobre el vuelo que querían desafiar las leyes de la física.
Las Huertas de Leonardo
El parque, situado a poca distancia de Santa Maria delle Grazie, mide cinco mil metros cuadrados. Fue un regalo de Ludovico el Moro a Leonardo por los servicios prestados al Ducado de Milán. Las Huertas forman parte del Palazzo delle Stelline y, a día de hoy, es un lugar apto a la organización de conferencias y manifestaciones.
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La Sala delle Asse
En el Castello Sforzesco de Milán se encuentra este salón que conserva unos frescos de Leonardo da Vinci. Dichas decoraciones fueron realizadas en 1498 y volvieron a la luz en el siglo XIX. Constan de dibujos florales tan bien logrados que dan la ilusión de encontrarse en un ambiente exterior aún estando en el interior del castillo.
El Museo della Scienza e della Tecnologia «Leonardo da Vinci»
El Museo de la Ciencia y de la Tecnología de Milán es el más grande de italia dedicado a estos campos. Dedicado al famoso genio toscano, consta de máquinas realizadas según los estudios y los apuntes de Leonardo. Visitando el museo, tendréis la opurtunidad de utilizar dichas máquinas, una actividad que permite entender a fondo el genio de Leonardo. En su interior se encuentran también muchos testimonios del desarrollo técnico e científico taliano desde el siglo XIX hasta nuestros días. Entre los objetos más interesantes, quiero destacar los siguientes.
- El submarino Enrico Toti, primer submarino construido después de la Segunda Guerra Mundial.
- La Vite Aerea de Leonardo.
- El Alfa Romeo 8C 2300, pilotada por los célebres pilotos Campari y Nuvolari.
- El Dinamo Edison realizado en los años 80 y utilizado en la primera central termoeléctrica europea.
Aprovecho para recordar que, cada primer domingo del mes, los museos en Milán son gratuitos.
También los Navigli de Milán deben su lograda utilidad al gran Leonardo. Éste fue el que ideó parte de los proyectos idráulicos que permitieron que el Naviglio della Martesana comunicara con la parte interior de los mismos. En particular, el ingeniero se ocupó de la zona de la calle San Marco, una de las puertas de acceso a la ciudad. Aquí proyectó una presa que permitía a los barcos seguir navegando no obstante el desnivel presente. Dicha prensa, llamada Conca dell’Incoronata o de da Vinci, realizada entre 1506 y 1513, a día de hoy se encuentra sin agua. No obstante conserva su importancia por ser una de las más antiguas, cuyos dibujos se encuentran en el Códex Atlántico antes mencionado.
Bueno, yo hice lo posible, pero tendréis que descubrir vosotros mismos la Milán del gran Leonardo da Vinci.
Y, como siempre, aquí os dejo mi enlace de Facebook.
Y, para los que aún no me habéis leído y queréis visitar Milán:
Los mejores bares de copas de Milán
El Duomo de Milán. Un símbolo de identidad.
¡Hasta la próxima!
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