A solo 10 km al suroeste de la isla de Hong Kong se encuentra Cheung Chau; una pequeña isla de 23,000 habitantes, donde muchos locales disfrutan los fines de semana de un día tranquilo y alejado de las prisas de la ciudad. Esto es, excepto del quinto al noveno día del cuarto mes lunar y coincidiendo con el cumpleaños del Buda (este 2019 será del 9 al 13 de mayo) cuando la isla se convierte en el escenario de una de las más coloridas y estruendosas celebraciones de Hong Kong: El festival de los bollos, o Bun Festival.
Índice
La Historia
Cuenta la leyenda que en la última etapa de la dinastía Qing –fines de los 1800s- hubo en Cheung Chau una plaga devastadora. Desesperados, los habitantes de la isla construyeron un altar al dios Pai Tak en su templo, con la que pedían que expulsara a los espíritus malignos. Como parte de sus rituales taoístas, hicieron desfiles con estatuas de las deidades, recorriendo los callejones del poblado, y al cabo de un tiempo la plaga desapareció.
Han pasado más de 100 años de tales eventos, sin embargo estos rituales antiguos se siguen llevando a cabo año con año, ahora con un tinte festivo no solo de recuerdo, sino de agradecimiento, y convocan a devotos y a turistas a disfrutar de un festival que ha sido declarado Patrimonio Cultural Chino y catalogado como uno de los 10 festivales locales más estrafalarios del mundo!
Los Desfiles / Deidades
Tal y como los isleños desfilaban buscando exterminar la plaga –y años después para exterminar a los piratas que atacaban la isla-, una de las principales actividades de este festival, son los desfiles.
Las deidades desfilan en palanquines de madera decorados, sobre los hombros de afortunados y fuertes hombres, honrados de cumplir con tal tarea. Pero deben ser muy resistentes tanto al peso como al calor, pues el recorrido es largo y el calor y la humedad de mayo pueden pesar hasta sobre el más fuerte.
Las principales deidades que participan son Pak Tai, la divinidad superior del cielo profundo del norte y Tin Hau, diosa del cielo y protectora de los pescadores.
Kuan Yin, la diosa de la Misericordia, aparece con una sonrisa compasiva, mientras que Hung Hsing, el terrible dios del sur, desfila con un rostro amenazador y una poblada barba negra, pero con decisión para castigar a los enemigos de la isla.
Los Desfiles / Leones y Dragones
Leones y dragones son elementos importantísimos de los desfiles. Los angostos callejones de Cheung Chau se convierten en un laberinto serpenteante de estas creaturas fantásticas, llenas de color y lentejuelas, seguidas por músicos tocando efusivamente platillos, tambores y trompetas tradicionales chinas, y por supuesto, por miles y miles de personas, desde ancianos devotos hasta niños entusiasmados persiguiendo a algún dragón multicolor para tocarlo y garantizar su buena suerte.
Por lo general, estos dragones son conducidos por asociaciones locales de artes marciales y alguna otra escuela secundaria.
Los Desfiles / Las Niñas Flotantes
En medio de este tremendo folklor y a una altura mucho mayor de la esperada para su edad, niñas de unos 5 años de edad desfilan sobre el nivel de las cabezas de los asistentes, siendo siempre uno de los más aplaudidos atractivos.
Montadas sobre estructuras metálicas perfectamente diseñadas para sostenerlas en un góndola sobre ruedas, estas niñas aparecen vestidas con trajes chinos tradicionales, ropas de carnaval y hasta modernos trajes con los que imitan a alguna artista o figura pública, y se llevan siempre la admiración del público por su formalidad para representar a su personaje.
Un imperdible a disfrutar!
La Plaza Central
Apenas llegamos a la plaza central a un lado del templo de Pak Tai, encontramos una fantástica exhibición de altares con grandes cantidades de ofrendas para los dioses. Estos altares están bajo tiendas forradas de pesados cortinajes bordados con motivos taoistas y florales, predominando por supuesto, el rojo y el amarillo.
Afuera de cada tienda se encuentran pedestales para incienso, que van desde las pequeñas varitas más comunes, hasta unos verdaderos pilares coloridos y tallados, que duran quemándose todos los días del festival.
Dentro de una estructura de bambúes se resguardan tres enormes figuras de papel; guerreros y espíritus que cuidarán de las fiestas, pero serán quemados unos minutos antes de la medianoche el último día, para agradecerles sus cuidados y dejarlos descansar hasta el siguiente año.
El Teatro de Ópera Cantonesa
Como parte de las actividades en la plaza, se monta también un teatro de bambú, donde se presentan obras de ópera cantonesa. El gusto por esa música puede variar muchísimo de visitante a visitante, lo cierto es que el espectáculo es una fiesta de color y se disfrutan por igual el maquillaje y el vestuario de los artistas.
Para los aficionados a la fotografía, el entrar a los camerinos a retratar la riqueza de lo que está sucediendo detrás del escenario, puede suponer una experiencia inolvidable. Lo digo por experiencia.
¿Por qué los Bollos?
Hemos llegado al centro del festival: los bollos!
Ningún festival chino está completo sin la presencia de la comida, y ésta es una buena oportunidad para probar algo nuevo. Durante 3 días de estas fiestas, los habitantes de Cheung Chau practican el vegetarianismo, y los bollos son de alguna manera el postre esperado como recompensa.
Entre los guerreros y los altares, encontramos tres grandes estructuras cónicas de bambú, forradas de bollos desde el piso hasta la punta. Estos bollos son ricos panes ligeramente dulces; hechos de harina, agua y azúcar, inflados hasta quedar como medio círculo y rellenos de pastas dulces de ajonjolí, frijol rojo y raíz de loto. Por la parte de arriba están estampados en rojo, con los caracteres que simbolizan Paz y Seguridad; regalos concedidos por Pak Tai desde hace más de un siglo.
La Gran Torre de Bollos y el Concurso
Si bien estos panecitos son para disfrutarse como postre, NUEVE MIL de ellos también sirven para forrar una enorme torre de 14 metros de altura, sobre la cual se lleva a cabo una de las competencias más curiosas.
A la media noche del último día del festival de los bollos y con un público entusiasmado, los participantes deben trepar la torre, de preferencia en 3 minutos, mientras van coleccionando todos los panes que puedan en un enorme morral.
Estas competencias son tanto individuales, como de relevos en equipo, y cada año se añade algún premio especial ya sea por cantidad de panes ganados, recolección de panes especiales con alguna marca y otras ocurrencias.
Al final, y como recompense para quienes hayan permanecido en la isla hasta el final, los panes se reparten entre los asistentes, entre agradecimientos y buenos deseos, esperando encontrarse de nuevo un año después.
Un Imperdible
Tenemos que el festival de los bollos es un evento que no se debería de perder nadie que esté en Hong Kong en el cumpleaños del Buda; es de verdad un deleite para todos los sentidos!
Para llegar a la isla se toma el ferry hacia Cheung Chau desde el muelle no. 5 de Central, que dura unos 30 minutos en promedio. En los días del festival el muelle está especialmente lleno, por lo que sugerimos paciencia para la espera, pero aseguramos que no se arrepentirán.
Bienvenidos a Hong Kong!
Fotografía Ig: @delsol35
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