En éste artículo encontrarás las mejores formas de visitar el Lago Ness desde Edimburgo. En otra ocasión ya te contamos las mejores opciones para pasar un fin de semana en la capital. Si dispones de uno o dos días más, acercarte al norte puede redondear tu viaje. Claro, supone recorrer la mitad de Escocia en muy poco tiempo, pero te aseguramos que no es tanto como parece. Y si no ves claro lo de conducir por el lado contrario, o no te quieres arriesgar a perderte con toda la familia en la naturaleza salvaje (te entendemos), siempre puedes optar por un tour. Aquí te mostraremos como puedes llegar hasta el hogar de Nessie de forma sencilla y económica.
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Índice
Pero, ¿qué es el Lago Ness?
Loch Ness es nada menos que el lago más profundo de las islas británicas. Localizado al suroeste de Inverness, capital del norte, tiene una extensión de 37 kilómetros. Es, además, un precioso paisaje lleno de misticismo y lugar de origen del famoso y monstruoso mito del que todos hemos oído hablar alguna vez. En esta inmensa masa de agua conviven muchas especies diferentes, tales como anguilas, truchas y salmones. Los miles de turistas que lo visitan cada temporada regresan maravillados por los paisajes disfrutados, y quizá algo decepcionados por no haber podido alcanzar a ver a Nessie. Sin embargo, durante siglos ha habido constancia de presuntos avistamientos, tanto de lugareños como de autoridades científicas. Si te preguntas qué hay de cierto en esta leyenda, es momento de ir al desván y desempolvar la gorra de investigar misterios.
La cronología oficial de Wikipedia fecha los primeros rumores sobre la presencia de un extraño animal en el lago alrededor del siglo VII. Sin embargo, no es hasta 1868 cuando se publica una historia relacionada en un diario local de Inverness, y alcanzará su máxima popularidad a partir de 1930. En esta época se suceden las noticias de avistamientos, convenientemente recogidas en prensa. El editor del Inverness Courier descubre un filón simplemente usando la palabra «monstruo». La zona se llena de periodistas, se impulsa el turismo a tan remota región, suena la bolsa de monedas. Londres tiene a Jack el Destripador, Transilvania tiene al Conde Drácula y el norte de Escocia tiene a Nessie. Se financian investigaciones científicas, los más avispados crean monstruos de arcilla y toman sospechosas fotografías que nadie puede desmentir. Ha nacido una leyenda, y a las leyendas se las venera.
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La hipótesis imposible de Nessie
Lo primero, reconozcamos que el mito del Lago Ness es algo presente en nuestras vidas desde siempre. Lo vemos en muchos dibujos animados, películas y libros de cuentos. Es irresistible fantasear con un plesiosaurio que sobrevivió milagrosamente a la era mesozoica, adaptándose al clima de las Tierras Altas. Sin pretender convertir el articulo en una densa tesis científica, baste señalar lo improbable de la supervivencia de semejante ser en las profundidades durante milenios. Así pues, debería existir una pequeña colonia de Nessies que, tarde o temprano, irían muriendo y cuyos restos alcanzarían la superficie y orillas del lago. Se han identificado especies enteras de dinosaurios a partir de un simple diente, pero aquí todavía no se ha encontrado nada.
En cualquier caso, algunos de esos avistamientos tuvieron que ser lícitos. Mucho antes del nacimiento de la leyenda, y de las decenas de invenciones y fotos trucadas de gente que buscaba su minuto de gloria, alguien tuvo que ver algo. Pudo ser un esturión, o cualquier pez voluminoso saliendo a la superficie. La teoría del tiburón de Groenlandia, visto en la costa de Escocia, entrando y saliendo del lago resulta totalmente épica, pero no tanto como la más reciente, y con diferencia más posible. La existencia de circos itinerantes que visitaron Inverness y las Highlands durante los años 30 y su costumbre de acampar en las orillas del lago para que sus animales tuviesen espacio suficiente. Y sí, tenían elefantes. Y qué mejor lugar para darse un baño que el lago más profundo del país. Sí, la hipótesis es tan simple como os estáis imaginando.
La fotografía original y una más que posible explicación.
Visitar el Lago Ness desde Edimburgo
Si después de desentramar la maraña de mitos sobre Nessie aún te quedan ganas de hacer una escapada al norte, sigue leyendo. Al inicio del texto decíamos que la distancia desde Edimburgo, donde muy probablemente habrás de volar para llegar a Escocia, es casi la mitad del país. Y es cierto. Como puedes observar en el mapa, la capital y Glasgow se encuentran en el sur, muy cerca de la frontera con Inglaterra. Inverness, centro neurálgico de las Tierras Altas, se halla en el centro, y mas allá aguardan las Tierras del Eterno Invierno y varios conjuntos de islas.
Si alquilas un coche, puedes ver que te llevará menos de cuatro horas llegar al lago. Eso si, y te lo decimos por experiencia, conduce con cuidado. La carretera que bordea el lago, llena de camiones y autobuses turísticos todos los días del año, no es de las más seguras. Tristemente, se conocen casos de atropellos y accidentes por no mirar a ambos lados antes de cruzar. También, por experiencia propia, alguno de los temerarios conductores de estos autobuses ha visto demasiadas veces la película de Steven Spielberg «El Diablo sobre Ruedas» y tiene una extraña fijación con adelantar camiones donde no hay espacio. Aquella vez salimos ilesos, pero otros no han tenido esa suerte.
Distancia desde Edimburgo según Google Maps
Visitar el Lago Ness: ¿Tours o transporte público?
Otra forma de visitar el Lago Ness es el transporte público. Inverness y Edimburgo están muy bien comunicadas por tren y autobús, siendo más rápido el primero y más económico el segundo. Como hemos mencionado antes, la capital de las Tierras altas, pese a no ser una ciudad muy grande, es donde toda la población del norte acude a abastecerse y hacer sus trámites. La frecuencia diaria es más que eficiente y no es un viaje excesivamente caro. El inconveniente es que tendrás que hacer al menos una noche en la ciudad para ver el lago si vas por tu cuenta. Por ello, la mejor opción, la que te llevará no más de doce horas y te evitará tener que conducir, es contratar un tour. Pero de ello te hablaremos en el siguiente artículo.
Espero no haberte quitado la ilusión por avistar a Nessie y ya sabes, no guardes todavía tu gorra de investigar misterios porque, quién sabe, quizá la necesites.
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